Cómo superar a tu ex

Habéis picado. No tengo ni idea de cómo superar a tu ex, y mucho menos al mío. Pero ya que estáis aquí, os contaré la trágica historia de cómo rompí el contacto cero con mi ex. Lo escribí mientras lo vivía. Aquí va.

Estoy cocinando sopa y me asalta una afirmación: le he querido más de lo que él me ha querido a mí. ¿En qué lugar me deja esto? ¿Soy una arrastrada? Creo que lo soy tanto que he mutado en babosa, y poco a poco he ido perdiendo las piernas. Mientras pienso, la campana extractora se ha tragado el caldo de los fideos casi por completo. 

Me asomo a la pasta de fideos que he dejado en la olla. El poco de agua que queda refleja mi cara, que se deforma con las convulsiones y burbujas de una sopa que, si no bajo el fuego, pronto se convertirá en morcilla. Me miro y soy una babosa, definitivamente soy una babosa. Una babosa roja y agujereada, por el color de mis mejillas y por el vapor abriendo mis poros. Entonces sudo y babeo, como una babosa, para alimentar al caldo. Pero no me deshago del espesor, y cuanto más espesa, más babosa soy yo, y más me arrastro, y más me encierro en mi arrastre pasado. 

Ya no tengo hambre y tampoco veo la sopa porque he menguado. Reptando, me dirijo a tu casa. Voy a fertilizar tus plantas y a chuparte la sangre, porque creo que el odio me está transformando en sanguijuela.

¡Ya estoy aquí! Ahora que tengo dientes vuelvo a tener hambre, así que abro tu despensa. ¿Sabes qué veo? Kilos y kilos de sobres de sopa deshidratada. Pienso en tu falta de agua, ni líquida ni espesa, y en mis ganas de sangre. 

Aquí fue cuando le envié el WhatsApp: “¿Qué tal estás?”


Publicado

en

por

Etiquetas:

Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *